Componer melodías teniendo como notas estructurales las notas guía y las notas características del modo como material compositivo es una manera sencilla de construir melodías memorables.
Muchas veces pensamos que el acorde es el que nos aporta la información armónica cuando, en realidad, muchas veces es la melodía la que nos da esa información. Grandes improvisadores como Lester Young. Stan Getz, John Coltrane y Sonny Rollins, nos han legado una técnica basada en melodías espontáneas con una riqueza armónica sin precedentes, al margen de la direccionalidad melódica y el contorno melódico.
Cuando hablamos de notas guía en armonía moderna tenemos que considerar dos niveles; el nivel estructural, donde aportamos la información sobre la naturaleza del acorde y el nivel modal, donde aportamos información sobre la naturaleza del modo.
Como el oyente se lleva consigo las líneas monofónicas de nuestra composición, es deseable que construyamos melodías que tengan solidez armónica, tanto al componer como al improvisar, y de esta forma podremos marcar una diferencia muy clara entre estar tocando encima de una progresión de acordes y estar creando una melodía a partir de una progresión de acordes.
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